Superdotados - Psicologo Córdoba Luis Alonso Echagüe 04/10/2016

Podemos empezar preguntándonos ¿Qué es la inteligencia?

Podríamos llamar inteligencia a la facultad de comprender, o podemos definirla como operación cerebral que permite al sujeto resolver problemas y crear productos que tengan un valor específico o como capacidad de adaptarse al entorno o medio que le rodea utilizando determinadas estrategias…   Sabemos que la inteligencia está cargada de un cierto componente genético pero la estructura de la inteligencia puede modificarse con estímulos significativos aplicados en momentos decisivos del desarrollo del niño. No debemos hablar de la existencia de una inteligencia general que vaya creciendo o se estabilice, sino de múltiples habilidades cognitivas, algunas más modificables que otras proporcionando los estímulos adecuados.

Veamos las diferentes inteligencias, cual es la edad más propicia para su desarrollo, qué es lo que ocurre en el cerebro en ese momento y qué podemos hacer para desarrollarlas y potenciarlas.

– INTELIGENCIA ESPACIAL (Hemisferio Derecho): La edad más propicia para su desarrollo, es entre los  5 a 10 años. A nivel cerebral se regula la lateralidad y direccionalidad, se perfecciona la coordinación motriz y la percepción del cuerpo en el espacio.

Para desarrollarla y potenciarla: Ejercicios físicos que exploren  derecha, izquierda, arriba y abajo.  Natación, Judo, deportes en general.

– INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA O VERBAL (Hemisferio Izquierdo)   La edad más propicia para su desarrollo desde el nacimiento a los 10 años. A nivel cerebral, se establecen conexiones de los circuitos que transforman los sonidos en palabras.

Para desarrollarla y potenciarla: necesitan oír palabras nuevas, participar en  conversaciones estimulantes, construir con palabras imágenes sobre  composición con objetos, aprender cuando sea posible una lengua extranjera.

– INTELIGENCIA SONORA O MUSICAL (Hemisferio derecho) La edad más propicia para su desarrollo es de 3 a 10 años. Las zonas del cerebro vinculadas a los movimientos de los dedos de la mano izquierda son muy sensibles y facilitan la utilización de instrumentos de cuerda.

Para desarrollarla y potenciarla: Cantar con el niño, aprender a escuchar música, palabras, sonidos  naturales, dejar un CD de música suave cuando el niño esté  comiendo, jugando e incluso durmiendo.

– INTELIGENCIA CINESTÉSICA O CORPORAL  (Hemisferio Izquierdo) La edad propicia para su desarrollo es desde el nacimiento hasta los 5 ó 6 años. A nivel cerebral, se establece la asociación entre “mirar y coger”, pasar objetos de una mano a otra.

Para desarrollarla y potenciarla: Desarrollar juegos que estimulen el tacto, gusto  y olfato, jugar a actividades de mímica e interpretar  movimientos, promover juegos y actividades motoras.

– INTELIGENCIA INTRA/INTERPERSONAL (Lóbulo frontal) La edad propicia para su desarrollo es desde el nacimiento hasta la pubertad. A nivel cerebral, los circuitos en el sistema límbico comienzan a conectarse y se muestran muy sensibles a estímulos provocados por otras personas.

Para desarrollarla y potenciarla: Abrazar al niño cariñosamente y jugar, compartir admiración por sus descubrimientos, ofrecerse  los estímulos  en los momentos  adecuados.

– INTELIGENCIA LÓGICO-MATEMÁTICA (Lóbulos parietales izquierdos) La edad propicia para su desarrollo es de 1 a 10 años. Inicialmente surge de las acciones del niño y de las expectativas sobre cómo estos objetos se comportarán en otras circunstancias.

Para desarrollarla y potenciarla: Paso de las funciones simbólicas a las motoras, ejercicios con actividades que perfeccionen el razonamiento  matemático.

– INTELIGENCIA PICTÓRICA (Hemisferio derecho) La edad propicia para su desarrollo es desde el nacimiento hasta los 2 años. La expresión pictórica está asociada con la función visual y en esos dos años es cuando se conectan los circuitos entre la retina y la zona responsable de la visión.

Para desarrollarla y potenciarla:  Estimular la identificación de colores, utilizar figuras asociándolas con las palabras, interpretar imágenes, aportar figuras de revistas y estimular el uso de las  abstracciones en las interpretaciones.

ALTAS CAPACIDADES

Cuando hablamos de niños y niñas con ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES, SUPERDOTADOS o TALENTOS, debemos prestarle una especial atención a sus características específicas que hacen que su desarrollo tanto académico como afectivo y emocional sea diferente en algunos aspectos.

Al hablar de las altas capacidades intelectuales debemos diferenciar entre estos tres términos que dan pie a confusión en muchas ocasiones:PRECOCIDAD, SOBREDOTACIÓN Y TALENTO.

  • El término “superdotación” es un concepto más amplio, que engloba características comportamentales adaptativas diferenciadas y ejecuciones en diversas áreas de la actividad humanas, del saber y del hacer (teóricas y prácticas).
  • El término “talentos” se refiere más a desempeños específicos, aptitudes y capacidades para determinadas áreas sean de las ciencias, artes, tecnologías, deportes u otras.

Entre las manifestaciones más comunes de los talentos nos podemos encontrar las siguientes:

Talento Matemático: las personas con este talento poseen una elevada capacidad para manejar la información cuantitativa y numérica, en la representación espacial y la resolución de problemas. Se interesan poco por las áreas que no tienen conexión con sus intereses matemáticos.

Talento Creativo: Son personas con comportamientos es originales y diferentes. Poseen un alto nivel de producción de respuestas diferentes, raras… las cuales se presentan en diferentes áreas no sólo en la artística. De esta forma, los programas educativos rígidos dificultan su rendimiento y encaje en el aula.

Talento Verbal: Son sujetos que destacan en competencia lingüística, en el dominio del léxico y en su capacidad de expresión oral y escrita. Parecen más capaces de lo que en realidad son. Sus dificultades están en las áreas científicas y artísticas.

Talento Artístico: Poseen elevadas competencias psicomotrices y sus capacidades de expresión artística son las principales manifestaciones del talento musical y plástico. Su motivación crece en las actividades complementarias y extraescolares ya que están más cerca de sus intereses y habilidades.

Talentos Múltiples: Estos surgen de la combinación de uno o varios talentos simples. Son sujetos que se caracterizan por la “gran sensibilidad al contexto”, especialmente en las actividades y áreas en las que tienen mayor capacidad, hacia las que dirigen casi en exclusiva su motivación. El rendimiento académico de estos alumnos y alumnas puede cambiar y, según las áreas, alcanzarán o no los mínimos o podrán tener un rendimiento muy elevado.

Talentos Complejos: Son semejantes al concepto de superdotación. Son aquellos alumnos/as que reúnen entre dos y cuatro talentos con un alto nivel de desarrollo.

psic 04/10/2016
Superdotados - Psicologo Córdoba Luis Alonso Echagüe 04/10/2016
  • El término “altas capacidades” presupone una gama más amplia y extensa de competencias referidas a una alta ejecución (destacar) en diversos niveles de comparación, en referencia a la frecuencia y la duración.

Se dice que una persona es superdotada cuando todos los componentes de su perfil cognitivo presentan altos valores. Se habla de persona talentosa cuando presenta un perfil en el que existen uno o algunos factores muy destacados, pero otros son normales o incluso bajos. Esto es, si una persona posee una alta capacidad en un aspecto específico (música, por ejemplo), ese valor será muy alto.

Otro término muy utilizado y que plantea muchas dudas, sobre todo a los padres, a la hora de plantearse una posible sobredotación, es el de precocidad. Debe diferenciarse claramente de los dos anteriores, pues la precocidad es un fenómeno evolutivo, mientras que la sobredotación y el talento son fenómenos cognitivos estables. En el caso de la precocidad, que puede desembocar o no en sobredotación o en talento, hablamos de diferencias de ritmo; es decir, hablamos de precocidad cuando la activación de los recursos intelectuales se lleva a cabo en un período de tiempo más corto que el promedio normal. Un niño precoz accede antes a los recursos intelectuales básicos, pero no consigue mejores niveles. Por el contrario, los niños superdotados y los talentosos pueden haber sido o no precoces, pero su desarrollo cognitivo alcanza niveles más altos.

Superdotados - Psicologo Córdoba Luis Alonso Echagüe 04/10/2016
Superdotados - Psicologo Córdoba Luis Alonso Echagüe 04/10/2016

PRUEBAS PSICOMÉTRICAS: CI

Moviéndonos en el término de Cociente intelectual, una de las clasificaciones más utilizadas es la siguiente:

+156 EXTRAORDINARIO

146-155 EXCEPCIONAL

141-145 SUPERDOTADO

136-140 SOBREDOTADO

131-135 DOTADO

130 o más Muy Superior

120-129 Superior

110-119 Normal brillante

90-109 Promedio

80-89 Normal bajo

70-79 Fronterizo

69 o menos Deficiente mental

PAPEL DE LA FAMILIA EN EL DESARROLLO SOCIAL Y EMOCIONAL DE LOS NIÑOS CON ALTAS CAPACIDADES

En el desarrollo evolutivo de cualquier persona intervienen una serie de agentes sociales que cubrirán las nuestras necesidades. Estos agentes son fundamentalmente personas que forman la familia: padre, madre, hermanos, abuelos, tíos, primos… y otros como amigos, profesores…; instituciones como el colegio; y algunos instrumentos o herramientas que van a estar a su alcance durante su formación y crecimiento: libros, cuentos, juguetes, televisión, medios de comunicación social…

El proceso de socialización es una interacción entre el niño y su entorno.

Principalmente, encontramos tres procesos de socialización:

– Procesos mentales de socialización: adquisición de conocimientos.

– Procesos afectivos de comunicación: formación de vínculos.

– Procesos conductuales de socialización: conformación social de la conducta.

Podemos considerar los vínculos afectivos una de las bases más necesarias para el desarrollo social del niño. Estos vínculos harán que el niño se relacione con los demás y potenciarlos favorecerá su conducta pro social. Dentro de este proceso, destacaremos la empatía, que es la capacidad de saber ponerse en el lugar del otro; el apego,  es el vínculo afectivo con las personas que se encargan de su cuidado y la amistad. Si dichos vínculos los adaptamos a las altas capacidades intelectuales, nos daremos cuenta que será la empatía el lazo afectivo que más habrá que potenciar en estos niños. El motivo es que se sienten diferentes, principalmente, cuando son pequeños, y su principal referencia social son sus compañeros de infantil o primeros cursos de primaria.   En esas edades, observan que tienen una serie de capacidades o destrezas de que sus compañeros no tienen y, por ello, emiten opiniones y juicios de valor sobre estos que les terminan perjudicando, ya que al sentirse algo “superiores” y no tener adquiridas las habilidades de “control de conductas”, pueden entorpecer sus relaciones sociales. De ahí que el vínculo afectivo sea uno de los aspectos fundamentales que debemos trabajar desde el ámbito familiar. Cuando hablamos de los procesos mentales de socialización, nos referimos al conocimiento de valores, normas, costumbres, personas, instituciones…y, sobre todo, a la adquisición de conocimientos trasmitidos a través del sistema escolar y otras fuentes de información. Esto hace que los niños conozcan su sociedad, se comuniquen con sus miembros y puedan comportarse conforme a lo que los demás esperan de ellos.

La detección de las altas capacidades debe ser precoz para intervenir en su plano afectivo y social principalmente, que es donde suelen presentar más problemas.

Quizá en el ámbito de la autonomía personal sea en el que menos se diferencie un niño con altas capacidades de otros niños.

Al hablar de la autonomía, nos referiremos a aspectos más conductuales. Entendemos por niños autónomos aquellos que: controlan temprano y sin dificultad los esfínteres, empiezan a comer solos muy pronto, se asean sin ayuda, se visten solos, son capaces de combinar o elegir su ropa, no necesitan la aprobación de un adulto para realizar algo, no precisan de una figura al lado para hacer los deberes… son conductas que los niños con altas capacidades pueden realizar precozmente, ya que tienen potencial para lograrlas. En ese sentido la familia es fundamental y los estilos de comportamiento de los padres van a tener una serie de efectos en el desarrollo del niño en el ámbito social, de autonomía y de personalidad. Hay estudios que indican que los padres difieren unos de otros a la hora de favorecer esa autonomía, básicamente en cuatro dimensiones:

1.- Grado de control: Los padres que ejercen mucho control sobre sus hijos son aquellos que intentan influir sobre sus comportamientos con el fin de inculcar unos determinados estándares. Esto lo pueden hacer a través de la afirmación del poder, la retirada del afecto o a través de la inducción.

2.- Comunicación padres-hijos: Los padres que son altamente comunicativos son los que utilizan el razonamiento para obtener la conformidad del niño y suelen explicarles las razones que han originado la medida restrictiva hacia él; además les animan a que expresen sus argumentos, escuchan sus razones y pueden llegar a modificar sus comportamientos como consecuencia de esos razonamientos

3.- Exigencias de madurez: Los padres que exigen unos niveles altos de madurez a sus hijos son aquellos que les presionan y animan para desempeñar al máximo sus posibilidades en los aspectos social, intelectual y emocional, y además les hacen hincapié en que sean autónomos y tomen decisiones por sí mismos

4.- Afecto en la relación: Los padres afectuosos son los que expresan interés y afecto explícito por los hijos, y por todo lo relacionado con su bienestar físico y emocional. Se alegran de sus logros, se preocupan y son sensibles a sus necesidades.